viernes, 4 de mayo de 2012

Recomendaciones a los padres

Por encima de cualquier otra consideración, intenta mantener abierta la vía del diálogo con sus hijos. Demuéstrales disponibilidad, apoyo y confianza. Necesitan tu comprensión y tu cariño, aunque no les guste que sus padres se lo demuestren abiertamente (delante de amigos, compañeros de clase…).
Ten en cuenta que los chicos en esta etapa sienten la necesidad de diferenciarse, sobre todo de sus padres. No debes vivirlo como un rechazo personal; piensa que es parte de su proceso evolutivo y que, a pesar de estas manifestaciones, la familia sigue siendo lo más importante para ellos.
Una característica fundamental de la adolescencia es el desarrollo de la propia identidad. Por eso es normal que los adolescentes vayan creando sus propios gustos y opiniones. Muchos conflictos familiares tienen que ver con aspectos tan sencillos como la ropa, su apariencia física o la forma de decorar su habitación. Se flexible en cuestiones que no son fundamentales para su
desarrollo, aunque no las comprendaa ni te gusten.
Sin embargo, existen otros temas más relevantes (personas con las que sale, horarios de llegada a casa, estudios, etc.) que deben ser sometidos a normas y límites claros.
Trata de conocer a sus amigos, por ejemplo, trayéndoles o llevándoles en coche al lugar de sus actividades (escolares, deportivas, cine, fiestas…)
También es conveniente que conozcas a los padres de sus amigos y te pongas en contacto con ellos para hablar sobre la educación de sus hijos y, si es posible, establecer pautas comunes.
En cualquier caso, no te angusties. Tus hijos están viviendo tantos cambios que, incluso los padres más preparados, atentos y comprensivos difícilmente pueden seguirles en este proceso.


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